A pesar de que en muchas ocasiones hemos sido testigos de páginas webs que posibilitan la descarga de novelas de forma completamente ilegal, nos sorprendíamos hace apenas unos días con una nueva noticia que extendían diversos periódicos: el primer pirata de libros ha sido oficialmente detenido desde su casa en la ciudad de Valencia tras una exhaustiva investigación, ya que solo se le conocía tras su misterioso seudónimo.
Todo comenzó por la denuncia presentada por el CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos), que aportó el ya mencionado seudónimo y la cual llevó al sospechoso, que finalmente se descubrió que se lucraba proporcionalmente al número de descargas de los documentos que subía. Este los compraba o los descargaba de otros usuarios de la red y posteriormente los convertía en ejemplares online disponibles gratuitamente, no sin antes eliminar con un programa las posibilidades de copia.
Algo que sorprende más aún es la notable dedicación que el sujeto presenta: en total, trabajó para más de una quincena de portales dedicados a la descarga de ebooks, aunque hay rastros de su material en varios de centenares de páginas webs más. De hecho, se calcula que hizo más de 11.000 aportes a un determinado foro de internet. Esto, además de ser considerado un delito, presenta una gran pérdida económica para multitud de autores y sus respectivas editoriales: en total, casi medio millón de euros.
La Policía no encontró únicamente esto: también examinó el disco duro, con varios archivos más que deducimos que planeaba colgar y otros tantos programas específicos para ayudarle en la totalidad de su actividad delictiva. Añadimos, además, un teléfono móvil y documentación bancaria que fueron confiscados por los agentes durante el registro. Desde luego, esperamos que con esta detención al pirata de libros tanto las subidas como las descargas ilegales disminuyan y que se respete el esfuerzo que hay detrás de las obras.