El Quidditch, el deporte mágico que los personajes del mundo de Harry Potter practican, parece complejo en una primera instancia. Hay cuatro posiciones diferentes (cazador, golpeador, buscador y guardián) y cada uno tiene funciones completamente diferentes. Los 4 cazadores de cada equipo deben pasarse la quaffle (la primera de las tres pelotas en el juego, que es roja) hasta encestarla en los aros. El guardián del equipo contrario intentará impedir que dicha pelota entre, puesto que cada vez que esto ocurra el equipo ganador suma 10 puntos a su marcador. Por otra parte, los golpeadores tienen una especie de bate con el que deben golpear las bludgers (segunda pelota, esta vez negra) para que estas no impacten en miembros de su propio equipo, sino en todo caso del rival. Por último, el buscador de cada equipo debe estar muy atento por la aparación de la snitch (última pelota, la famosa dorada con alas), ya que capturarla significa ganar 150 puntos y la finalización del juego. Ante semejantes reglas, uno podría pensar que los puntos están muy desproporcionados y por ello varios fans han manifestado su desaprobación ante tal sistema en redes sociales.
It makes total sense. There’s glamour in chasing an elusive lucky break, but teamwork and persistence can still win the day. Everyone’s vulnerable to blows of fate and obstructive people, and success means rising above them. Quidditch is the human condition. You’re welcome. pic.twitter.com/0VYCgo13xh
— J.K. Rowling (@jk_rowling) 9 de octubre de 2018
Sin embargo, ante uno de esos comentarios, que decía que el sistema de puntuación de Quidditch no tenía sentido, J.K. Rowling respondió. En español, la traducción a su contestación sería: Tiene todo el sentido. Hay encanto en perseguir un golpe de suerte, pero el trabajo en equipo y la persistencia todavía pueden ganar. Todo el mundo es vulnerable al destino y la gente destructiva, y el éxito quiere decir alzarse por encima de ellos. Quidditch es la condición humana. De nada. Así pues, la autora contradecía al usuario y añadía una explicación mucho más profunda de lo que se habría pensado en un primer momento.