La guionista Savion Einstein será la encargada de adaptar The Kiss Quotient –La ecuación del amor en España- de Helen Hoang, tal y como ha revelado en exclusiva el Deadline. Lionsgate adquirió los derechos de la novela hace dos años y al fin se ha puesto en marcha su producción.
The Kiss Quotient sigue la historia de Stella, una brillante economista con síndrome de Asperger que conoce todo lo posible sobre algoritmos, pero que no termina muy bien de entender las relaciones interpersonales. Para intentar concienciarse y sentirse más cómoda con la idea de tener citas, decide contratar a un gigoló, Michael Phan, para que le explique todo lo necesario respecto al amor… en TODO el sentido de la palabra. Una mezcla entre 50 Sombras de Grey, Pretty Woman y Ricos, Locos y Asiáticos, La Ecuación del amor , es la historia perfecta para los amantes de la comedia romántica.
La guionista y productora Savion Einstein, ganadora del premio Joplin por su trabajo como escritora de anuncios y guiones, será la encargada de adaptar la novela a la gran pantalla. Junto a ella, Kristin Burr, directora ejecutiva y creativa de obras como Cruella y Dora y la Ciudad Perdida, hará realidad la historia de Stella y Michael. »Necesitamos más historias como The Kiss Quotient y más personajes como Stella Lane. Es una chica de verdad y una verdadera heroína y necesitamos celebrar y representar este tipo de historias y personas que se encuentran dentro del espectro autista. Estoy deseando adaptar esta increíble novela y darle vida a Stella en la pantalla» dice Burr.
The Kiss Quotient es la primera historia de una saga de Helen Hoang, que también forma parte del espectro autista y siempre ha considerado necesario verse representada en historias románticas. La segunda parte de La ecuación del amor, El test del amor, ya se puede conseguir en España, ambas publicadas por Titania.
Una historia entrañable con una buena dosis de amor y comedia y una buena visibilidad que seguro que te va a encantar.
Stella Lane cree que las matemáticas son lo único que funciona en el universo. Utiliza algoritmos para predecir compras, un trabajo que le ha proporcionado más dinero del que sabe gastar y menos experiencia en el apartado de las citas que la media de cualquier treintañera. No le ayuda tener Asperger y que besar le recuerde a un pez piloto limpiando los dientes de un tiburón. Por eso contrata al despampanante gigoló Michael Phan. Mitad sueco, mitad vietnamita, Michael no puede rechazar la oferta de Stella y accede a ayudarla y rellenar todas las casillas de su plan de lecciones amorosas, desde el juego previo hasta más allá de la postura del misionero… Stella no solo aprende a apreciar los besos de Michael sino a anhelar el resto de sensaciones que le provoca. Pronto su asociación sin sentido empieza a cobrarlo y el patrón que Stella descubre la convence de que el amor es la mejor clase de lógica.
