Llevo semanas teniendo Las alas de Remia en mi estantería esperando a ser leída. Desde que la editorial anunció este título, llamó tanto mi atención que supe que debía leerlo. Realmente tenía muchas ganas de tenerlo entre mis manos iluminado por una pequeña lámpara mientras me sumergía en el mundo humano que veremos a través de los ojos de Remia y el resto de personajes que conoceremos. Sin embargo, he pasado por un parón lector de esos en los que te cuesta sentarte para leer y cuando por fin te decides, acabas haciendo de todo menos lo que te has propuesto.
Habiendo superado ese pequeño bache con las lecturas, puedo asegurar que Las alas de Remia es la lectura perfecta para salir de un parón lector. Hace honor a su nombre al tratarse de una novela ligera. Te la lees en un suspiro y disfrutas muchísimo de cada detalle de la historia.
Aire, agua, luz y tierra. Mientras todo esté en su sitio, los árboles del bosque deberían poder crecer sin problemas. Sin embargo, por alguna razón, el mundo terrenal cada vez era menos verde.
Remia no sabía el por qué y preguntó al anciano Ramuda, quién le contó una historia sorprendente: existe una raza llamada «humanos» que vive en el mundo terrenal, y la cual estaba socavando el funcionamiento de la naturaleza.
Dado que Remia quería conocer a toda costa a esa raza llamada «humanos», el anciano le permitió bajar al mundo terrenal para conocerlos, pero antes de irse le advirtió de que tenía que regresar antes de tres días.
Antes de comenzar con la reseña, hablemos un poco de la edición. Me hubiese gustado que la portada y contraportada tuvieran solapas para añadir peso y forma a las mismas evitando que se doblen hacia fuera. Sin embargo, salvo ese pequeño detalle y algunos fallos en la corrección, he de reconocer que me ha sorprendido gratamente. Recordemos que se trata no solo de la primera edición de este tomo, sino de la primera novela que Sekai lanza como editorial. Este libro cuenta con un mapa del mundo humano a todo color junto a una pequeña introducción de los personajes antes de comenzar la historia. Ambos detalles me han permitido crear en mi cabeza una imagen clara de todo el universo.
Las alas de Remia es una novela ligera compuesta por un prólogo y 6 capítulos narrados en tercera persona. Sé que este tipo de narración, a diferencia de aquellas que utilizan la primera persona, suele conectar menos con el lector. Y aunque a mí, generalmente me dé igual el estilo narrativo que se utilice, debo destacar que el uso de la tercera persona aquí es un absoluto acierto. Es una historia tan cortita, que habernos presentado el universo de otra manera habría ralentizado los hechos. De esta forma, se hace sencilla, directa y muy disfrutable. Sobre todo porque en cada capítulo, hay un acercamiento a diferentes personajes que toman más peso en la acción incluso con la protagonista presente.
A pesar de esto, también pienso que no es una lectura para todo el mundo, pues tiene un tono bastante infantil. Al fin y al cabo, tal y como explica el autor en las notas finales de la historia, cuenta que es una obra en la que pensaba a los 14 años de edad que pudo ponerle fin y completarla a los 19. Y así es como pudo publicar «su primera obra memorable en forma de novela». Sin olvidar este detalle, resulta enternecedor la pureza con las que el autor nos presenta a Remia, la protagonista, quien no entiende cómo puede haber tanta maldad y deshumanización en el mundo humano. Y, es que, la forma de presentar a los adultos que Remia conoce en su paso por el mundo terrestre, son un reflejo cristalino de nuestro día a día.
Resulta muy utópico que personas adultos con una trayectoria muy marcada y con unas actitudes bastante cerradas cambien de parecer con un acto de benevolencia en un momento determinado. De esta manera, quizás me ha resultado un final un poco abrupto y descafeinado, sobre todo tras la acción tan potente que se nos presentan en los dos últimos capítulos. Aún así, las reflexiones que tiene a lo largo de la historia me parecen absolutamente brutales y es de las cosas que más aprecio de la obra sin lugar a dudas.
No quisiera contar mucho más de Las alas de Remia porque siento que lo destripo ya que apenas 130 páginas. Aun así, y para compensar lo cortito que es este título, desde Sekai Editorial consiguieron, de manera exclusiva, que Naoki Morishita escribiera un relato corto para la publicación del libro en España y Latinoamérica. En él relata una historia de adolescentes a través del fútbol, ya que como él mismo afirma, es una de sus pasiones y cree que hay muchos spokon en Japón, pero muy pocas o casi ninguna novela ligera que hable de deportes.
En resumen, es una obra que he disfrutado mucho, pero que hay que leer sin pretensiones. Simplemente debes dejarte llevar por la sencillez de la narrativa y disfrutar de los acontecimientos llenos de magia, de bondad, de unión y comunidad que una niña como Remia quiere conseguir para el mundo humano.
