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Motivación a la lectura

Leí en cuanto se lanzó la primera parte de esta saga, Los jóvenes de la élite, y me gustó mucho la ambientación propuesta por la autora además de lo que parecía ser una historia diferente dentro del ámbito de la literatura juvenil.

Sinopsis

El corazón de Adelina ansía venganza. Ahora se la conoce y se la teme, es el Lobo Blanco. Junto a su hermana, ha salido de Kenettra para encontrar a otros Jóvenes de la Elite con la esperanza de formar su propio ejército. Su objetivo: acabar con el Eje de la Inquisición, los soldados de capucha blanca que casi la mataron. Pero Adelina no es una heroína. Teren Santoro, el líder de la Inquisición, la quiere muerta. Y sus antiguos aliados de la Sociedad de las Dagas quieren detener su sed de venganza. Adelina se esfuerza por aferrarse a la bondad que aún queda en su interior. ¿Pero cómo puede alguien ser bueno, cuando su propia existencia depende de la oscuridad?

Opinión personal

Tras las traiciones entre los Dagas y nuestra protagonista, Adelina emprende un nuevo camino huyendo de todos para sobrevivir. Sin embargo, su sed de venganza va creciendo conforme avanza la historia: necesita desesperadamente devolver todo el daño que le ha sido infligido a ella y a sus seres más queridos, golpear de nuevo, defenderse. Si a esto le sumamos voces que comienzan a aparecer en su cabeza y un desequilibrio emocional importante, nos encontramos ante una asesina despiadada que no se dejará obstaculizar por nada ni nadie.

La historia se centra, básicamente, en cómo Adelina tiene recuperar su confianza en sí misma y cómo forma equipo con su hermana Violetta para conseguir el poder por su cuenta. Para ello, se añaden nuevos hilos argumentales y personajes que consiguen aportar profundidad y realismo a la trama principal.

Adelina es un personaje que a pesar de no escapar del típico cliché del triángulo amoroso distópico, dista bastante de la protagonista que estamos acostumbrados a leer en la literatura juvenil. Desde una apariencia que se aleja bastante del cánon de belleza actual, tuerta y con un dedo roto, hasta su interior que revela que de buena tiene más bien poco. Me atrevería a decir incluso que estamos ante lo que normalmente sería una antagonista, aunque por supuesto esto depende de cómo lo mires: la autora juega con el lector al hacerlo reflexionar sobre el bien y el mal, sobre el blanco, el negro, y la gran cantidad de tonos grisáceos que hay entre medio de los dos polos. Por otra parte, descubrimos también evolución en los demás personajes, que como la protagonista algunos tienen una moral cuestionable pero que de igual forma se van perfilando sus personalidades a lo largo de este tomo.

Valoración

La sociedad de la rosa, aunque en ocasiones ha tenido un ritmo un poco lento y ha contado con algún que otro capítulo de relleno, ha sido una buena continuación de su predecesora Los jóvenes de la Élite. Si te gustó la anterior entrega, es muy probable que esta también: se profundiza más en el ámbito psicológico de los personajes que en la historia en sí, pero no se deja de lado esa maraña de objetivos, traiciones y ambiciones que mantiene enfrentados a multitud de bandos entre sí y que no parece que vaya a acabar con un final feliz.