PORTADA

SINOPSIS

La oveja negra ha vuelto a casa, y sus zapatillas aún tienen mucha mierda que pisar.

Cuatro años atrás, Hanna se fugó con un hombre mayor. Ahora regresa con el orgullo herido y la intención de retomar las riendas de su vida. No será fácil. El rechazo de su hermano, la actitud prejuiciosa de los lugareños, y sus propias inseguridades, le harán la vida imposible, incluso cuando un nuevo amor llame a su puerta.

Dependerá de ella ganarse el perdón que añora y lograr reconectar con su pasado. Por suerte, cuenta con la ayuda de Raquel, la novia de Burke, y la mejor terapeuta del pueblo: la vaca Matilda.

VALORACIÓN

En la segunda parte de Mierda en mis tacones volvemos a ese pueblecito de Alemania donde Raquel y Matilda nos conquistaron, pero esta vez de la mano de Hanna la hermana de Burke. Desde el principio de la novela se crea un gran misterio alrededor de Hanna y su regreso al pueblo, como lectores ignoramos porque se fue del pueblo, porque la miran mal por la calle a su regreso o los múltiples cotilleos de los vecinos.

Es la segunda novela que leo de Lorena Pacheco y si bien es cierto que la primera me encantó esta ha tenido sus puntos fuertes y sus puntos más flojos.

Para empezar vamos a convivir con más o menos los mismos personajes de Mierda en mis tacones, que en esa novela me encantaron porque todos eran de alguna manera cercanos a Raquel y  podíamos conocer mejor lo que pensaban o la forma en la que actuaban. Pero en Mierda en mis zapatillas son unos desconocidos para Hanna, y muchas de sus acciones solo las vamos a entender desde su punto de vista. Un ejemplo de ello es Pol o la “pareja” que forman Adam y Alicia, de los que vemos su comportamiento a través de los ojos de nuestra protagonista pero no se profundiza en sus vidas.

Un punto ha destacar ha sido la historia de amor que se ha ido formando poco a poco, y que la escritora ha reflejado nuevamente de una forma muy bonita, quizá incluso más bonita que la que surgió entre Raquel y Burke.

En esta novela he vuelto a odiar de nuevo a Burke, por lo tozudo y obstinado que es con respecto a la vida de su hermana. Me ha gustado como Lorena ha sabido mantenernos alerta con Hanna hasta la mitad de la novela, aunque no tanto con la relación que esta mantiene con su familia, sin bien es cierto, que es como la vida misma, son personajes que podrían ser reales de carne y hueso.

En definitiva creo que ha sido una historia necesaria para continuar la saga y ver que ha sido de todos los personajes de Mierda en mis zapatillas pero creo que estos podrían haberse enfocado de forma parecida a la primera novela, porque siento que me he perdido muchas escenas de sus vidas. El misterio que envuelve a Hanna está muy bien llevado, la manera en la que poco a poco se va desentrañando la historia a pedacitos. Por último Lorena Pacheco me ha vuelto a conquistar con su forma de crear esa historia de amor, pasito a pasito y de manera tan bonita.