Sombra y hueso aterriza en Netflix ¿Qué diferencias encontramos con los libros?

El fenómeno de la literatura juvenil Sombra y hueso de la autora estadounidense Leigh Bardugo se ha estrenado por fin en Netflix. ¡Ha llegado el día que parecía que nunca iba a llegar! Es que el día 23 de abril fue el día escogido para el estreno de una de las series más esperada de este año. Sombra y hueso es posiblemente una de las apuestas más ambiciosas de Netflix y eso es debido al generoso presupuesto que se ha invertido en la serie. El resultado es sin duda una obra de arte y ahora os diremos porqué.

Para quien no conozca de qué hablamos es la primera parte de la trilogía del universo Grisha (o Grishaverso) que se compone de: Sombra y hueso, Asedio y tormenta y Ruina y ascenso. Todos publicados en español por la Editorial Hidra. La autora con ellos ha creado un nuevo escenario donde tenemos como telón de fondo algo parecido a la Rusia Zarista pero con sus particularidades especiales como la creación de un mundo dividido por un muro de sombras, conocido como en Nocéano y una sociedad segregada, por un lado los humanos ravkanos, fjerdanos, entre otros y entre ellos forman parte también los Grisha, unos magos que utilizan la pequeña ciencia y que a su vez se dividen entre los Corporalki (a su vez divididos entre sanadores y mortificadores), los Etherealki (divididos entre los Vendavales, Inferni y Agitamareas) y, por último los Materialki, conocidos como los fabricadores. Y en conjunto, todos ellos están considerados como una especie superior de humanos.

Bueno, ante esta breve presentación si os estáis preguntado la pregunta clave de ¿qué es mejor el libro o la serie? La respuesta es que uno no excluye al otro. El libro es el libro, es el origen y todo está desarrollado de una forma más lenta y pausada, pero con un ritmo muy bueno, y la serie sintetiza pero ha sabido captar lo fundamental y llevarlo al extremo. Además, ha sabido mezclarse de una forma brillante con la bilogía de Seis de cuervos. Que es otra historia que publicó la autora posteriormente y en donde aparecen otros personajes. Sin duda, el resultado ha sido brutal y, aunque es verdad que son ocho capítulos, para quien no esté familiarizado con la historia los primeros pueden ser decisivos para saber si nos gusta o no la serie. Sin embargo, si ya has leído los libros la devorarás en cuestión de horas. Es un no parar y todo gracias también a la puesta en escena. El acabado visual es sobresaliente así que hay que dejarse llevar por la historia y disfrutar la serie porque va cogiendo fuerza conforme avanzan los capítulos. De hecho, tras finalizarla te quedas con la boca abierta deseando que publiquen ya la segunda parte pero para eso os damos el mejor consejo y es que os leáis los libros siguientes para que la espera se haga más amena.

En cuanto a la serie las cosas que más nos han llamado la atención ha sido la elección de los personajes que han sabido transmitir la esencia de sus personajes, y por cierto muy acertadas las caracterizaciones. Entre ellos encontramos y destacamos a Alina Starkov, nuestra protagonista, Malyen Oretsev, su mejor amigo, el general Kirigan, como el Oscuro de la parte de Sombra y hueso y, por otro lado, Kaz, Inej o Jesper del lado de Seis de cuervos. Hay muchísimos más, pero ellos han estado sublimes. Otro de los aspectos que también nos ha llamado la atención es la forma en que se ha sabido transmitir la historia y aunque tenga aspectos diferentes como el orden, es que una vez veas la serie, no te das cuenta y la disfrutas de principio a fin. Siempre oirás que los libros son mejores que las películas. En este caso se pueden complementar perfectamente y disfrutar por igual. En definitiva, la apuesta de Netflix por el Grisaverso ha sido todo un acierto, una sorpresa y una maravilla. Los ocho capítulos que componen la serie pasan en un suspiro muy agradable.