La autora de la saga Crónicas Lunares en una reciente entrevista para Entertainment Weekly habla de su nueva novela de la que podemos conocer detalles de lo más curiosos. Aunque hace unos meses ya os hablamos de Instant Karma, ahora os traemos los detalles que han llevado a la autora a escribir esta nueva obra.
La nueva y esperada novela es una comedia romántica protagonizada por Prudence que tiene la particularidad de dar Karma instantáneo a quien la rodea, tanto del bueno como del malo. La novela, que desde principios de noviembre se puede adquirir en inglés, ha generado muchísima expectación a sus fans.
Meyer comenta que le encantó escribir sobre la historia de amor entre Prudence y Quint ya que desde siempre ha sentido debilidad por las historias que van del amor al odio. Añade que se sentía enamorada de la historia de la mítica pareja de Star Wars: Han Solo y la Princesa Leia. Dice que para ella fue realmente divertido escribir una historia cargada de bromas y de esa lenta combustión que se fragua cuando se descubren los sentimientos del uno al otro.
En la entrevista, Marissa Meyer señala que hubo algunos contratiempos a la hora de escribir la novela como cuando Prudence tiene que ejercer sus poderes kármicos. Aunque quería elaborar un libro de fácil lectura, no permitió que ella castigara a nadie por asesinatos ni nada por el estilo, porque entraría en una trama muy complicada de desarrollar y nos desviaríamos del género literario. La autora estableció una serie de «males» pequeños que podía considerar dignas de castigar. Como curiosidad destaca que se pasó horas y horas sentada mirando a la ventana y tratando de pensar en acciones más groseras.
La autora en la entrevista, entre otras cosas, y para finalizar comenta que cuando tenía tres o cuatro años escribió una historia llamada ‘Rosie y el rosal’. Más bien, puntualiza, que se la relató a su madre y le pidió que se la escribiera para poder hacerle los dibujos. La historia, añade, trataba sobre una niña llamada Rosie que cayó en un rosal mágico y allí podía jugar con todas las criaturas mágicas de las rosas. De manera anecdótica, la autora señala que finalmente no terminó de hacer los dibujos porque estaba agotada de dibujar rosas.
