No sé si es solo mi punto de vista o a vosotros también os pasará pero os voy a contar mi situación.
El año pasado se empezaron a anunciar muchísimas novedades literarias, sobre las cuales se generó una gran expectación. Muchas de estas novelas se revelaron con hasta seis meses de antelación antes de su salida a la venta. Esto originó en mi unas ganas y unas grandes expectativas que iban subiendo a cada día que pasaba y las editoriales iban compartiendo más información sobre las novelas.
Con estas grandes expectativas empecé 2017. Adquirí las novelas que hacía meses que quería leer la misma semana de su publicación. Estando de exámenes me fue imposible ponerme con ellas pero al menos ya las atesoraba en casa. En cuanto terminé la temporada de exámenes finales de la universidad por fin tuve tiempo de ponerme con algunos de estos libros. Pero he aquí mi sorpresa cuando acabé el primer libro y me supo a poco. No le di mucha importancia, pues me suele pasar a veces. Lo malo fue cuando empecé el segundo libro y lo tuve que dejar porque uff, se me estaba haciendo hasta pesado, tanto, que no quería retomar la lectura de este. Inicié la lectura de un nuevo libro y me pasó más o menos lo mismo que con el anterior que tenía a medias, sentía que estaba leyendo algo que no me aportaba nada. Cambié de género, pues estos dos eran del mismo, pero otra vez tropecé con una mala lectura.
Ya me temía lo peor, estar sufriendo una crisis lectora, algo muy habitual una vez acabado un período de exámenes. Por lo que dejé a un lado la lectura y me relajé un par de días. Llegó a mi un libro de hace casi un año, que en un principio no tenia intención de leer, pero me puse a ello. Y cual fue mi sorpresa al terminar el libro en dos días, totalmente fascinada por él.
Con esto quiero decir que he llegado a la conclusión de que anunciar las novedades literarias con tantos meses de antelación e ir descubriendo nuevas cosas sobre ellas en estos meses genera en nosotros los lectores unas expectativas muy elevadas que no siempre son positivas. En mi caso me ha afectado gravemente tanto a mi bolsillo como a mi humor en esos días.
Quiero preguntaros si os ha pasado lo mismo o si después de leer mi historia pensáis igual que yo.
