Siempre que hemos estudiado algo de historia de la literatura nos hablaban de autores, de que si tal era autor de tal, el otro de tal y que si en Europa fue todo antes. Pues la verdad es que no es así como nos lo habían contado. La primera novela, y remarcaremos bien, la primera novela de la historia fue escrita por una mujer. Su nombre, bastante desconocido para todos, es Murasaki Shikibu. Y fue nada menos que escritora, poetisa y cortesana en el Japón del siglo XI y autora del ‘Genji Monogatari’, que actualmente en castellano se puede adquirir en dos tomos bajo el sello de Austral Editorial. La novela de Genji es, por tanto, la primera novela escrita en el mundo, y estuvo escrita por una mujer.

Sin bien es verdad que cuando queremos saber más de ella es complicado, de hecho, ni conocemos su verdadero nombre. Es posible que usara un amalgama del personaje Murasaki de su novela y un puesto que su padre ocupó en la corte del periodo Heian. Su padre era el Shikibu-sho, que en castellano sería algo así como un puesto dentro del Ministerio de Asuntos Ceremoniales. Pero esto era algo normal ya que muchas autoras que surgieron prácticamente a la par también ocultaban sus verdaderos nombres. También de ella se sabe que su padre fue Fujiwara no Tametoki, perteneciente a una familia de funcionarios letrados de la corte, y era nieta del gran poeta Fujiwara no Kanesuke, que precisamente hoy en día su poesía waka (poesía japonesa) es muy popular en Japón.
Murasaki Shikibu por ser mujer, al igual que sus contemporáneas estaban excluidas del aprendizaje del chino, que por aquel entonces era símbolo de lo más refinado y erudito de la cultura japonesa, así como del lenguaje escrito de los caracteres. Pero Murasaki, al estar criada en un hogar muy culto, su padre le proporcionó una muy buena educación y ya desde niña brillaba por su inteligencia. De hecho, hasta asimiló los clásicos chinos que por entonces eran bastante complicados. Sin embargo, su vida personal no fue tan fácil ya que su madre murió siendo ella muy pequeña y su hermana mayor al poco tiempo. Posteriormente su marido también falleció y le dejó una hija. En todo este momento creó la historia de Genji. Sin embargo, su vida en la corte siguió y también escribió el Diario de Murasaki Shikibu, pero su obra culmen fue como ya hemos dicho ‘Genji Monogatari’, que es como se dice en japonés realmente.

La novela de Genji transcurre a lo largo de medio siglo, con infinidad de personajes y aventuras, muchas galantes, en que el protagonista, hijo del emperador a quien han alejado del poder desde su infancia, pugna por recuperar sus derechos. Una vida repleta de luces y sombras, de maquinaciones de poder y de erotismo, que llenan el clásico más notable de cuantos quedaban por traducir a nuestra lengua. La novela de Genji preludia toda la gran literatura universal posterior, con un conocimiento extraordinario del alma humana, de su esencia trágica y cómica. La obra, como ya se dijo anteriormente, tiene dos volúmenes que en total suman más de mil seiscientas páginas. Toda una auténtica obra que sinceramente no es fácil de digerir. Pero si alguna vez os animáis con este clasicazo, nos os vais a arrepentir. Eso sí, preparad las ganas porque es larguísimo y la cultura japonesa es complicada.