El primer libro de la saga homónima Una herencia en juego de Jennifer Lynn Barnes será publicado en marzo por el sello Molino.
El sello Molino de Penguin Random House traerá en español la primera entrega de la saga Una herencia en juego de la autora estadounidense Jennifer Lynn Barnes, que saldrá a la venta el 17 de marzo. La saga está compuesta, por el momento, por 3 libros: Una herencia en juego, El legado de Hawthorne, y El gambito final; este último se publicará en inglés el próximo 30 de agosto. La edición en español de Una herencia en juego contará con 304 páginas y, según dice la escritora en su página web, «es perfecto para los fans de Alguien está mintiendo y Puñales por la espalda». Jennifer define la novela como «una historia de Cenicienta con riesgos mortales y giros emocionantes».
Barnes es autora de más de una docena de novelas para adultos jóvenes aclamadas por la crítica. Tiene títulos avanzados en psicología, psiquiatría y ciencias cognitivas, incluidos títulos de posgrado de la Universidad de Cambridge, donde fue becaria Fulbright, y de la Universidad de Yale, donde recibió su doctorado en 2012. Jennifer escribió su primera novela publicada cuando tenía diecinueve años y vendió sus primeros cinco libros cuando aún estaba en la universidad. Además de escribir novelas juveniles, la autora también ha escrito guiones piloto originales para cadenas de televisión como USA y MTV, y es una de las principales expertas mundiales en psicología del fandom y la ciencia cognitiva de la ficción y la imaginación en general. Asimismo, es profesora asociada en la Universidad de Oklahoma, donde tiene un cargo doble en psicología y redacción profesional.
La sinopsis de Una herencia en juego dice así:
CUARENTA Y SEIS MIL DOSCIENTOS MILLONES DE DÓLARES. -Pensé. El corazón me retumbaba contra las costillas y tenía la boca tan seca como el papel de lija. Tobias Hawthorne tenía cuarenta y seis mil doscientos millones de dólares. Tobias Hawthorne no se lo había dejado todo a sus nietos. No se lo había dejado todo a sus hijas. Los números de esa ecuación no salían. Pero ni de lejos. Y mi cerebro se paró en seco. Me pitaban los oídos. ¿Por qué a mí? ¿Por qué era yo la principal heredera de su fortuna? Uno por uno, todos los presentes se volvieron para mirarme.
Atrapada en un mundo de riqueza y privilegios, con el peligro acechando a cada paso, Avery tendrá que ir a por todas y jugar a ese juego si quiere sobrevivir.
