¡Volvemos a la Regencia de Londres! Deadline ha publicado nuevas imágenes oficiales de la segunda temporada de Los Bridgerton, que llegará a Netflix el próximo 25 de marzo.
Las fotos incluyen a los protagonistas del romance de la segunda temporada: Anthony y Kate (Jonathan Bailey y Simone Ashley). Los podemos ver en un baile en el episodio cuatro, recordándonos al primer baile de Daphne y Simon en el episodio dos de la primera temporada.

También tenemos fotos de las mejores amigas Penelope (aka Lady Whistledown) y Eloise, los hermanos Bridgerton practicando esgrima, un primer vistazo a Daphne en la segunda temporada, Kate mostrando sus habilidades de caza a los chicos Bridgerton, y la reina Charlotte con su pasatiempo favorito: leer los últimos cotilleos de Lady Whistledown.

Las otras fotos incluyen a las hermanas Sharma junto a su perrito Newton, y un fotograma de Portia Featherington con sus hijas vestidas de colores sorprendentemente neutrales, frente a los amarillos florales a los que nos acostumbraron en la primera temporada.

La segunda temporada de Los Bridgerton se centrará en el romance de Anthony y Kate adaptando el segundo libro de la saga de Julia Quinn, El vizconde que me amó. Igual que la primera, contará con ocho episodios con el showrunner Chris Van Dunsen, que deja la serie tras esta temporada.

Ya queda menos para volver a los cotilleos de Lady Whistledown, pero, hasta entonces, podéis rever la primera temporada en Netflix y leer, o releer, el segundo de libro de la saga. Os volvemos a dejar con su sinopsis:
Los cotilleos de Lady Whistledown no fallan nunca: una vez más, Anthony Bridgerton es el soltero más codiciado de la temporada en la alta sociedad victoriana. Pero este año, el atractivo vizconde, amante de la diversión y enemigo del compromiso, sorprende a todos y decide buscar esposa y sentar cabeza. La joya más preciada, la joven y hermosa Edwina Sheffield, es su elección natural. Pero para conseguirla ha de obtener antes la aprobación de la hermana mayor de la muchacha, Kate. Anthony comprobará que convencer a esa mujer arrogante y decidida de que ha dejado de ser un vividor no es tarea fácil. Como tampoco lo es quitársela de la cabeza cuando llega la noche.