Mike Flanagan, conocido por sus anteriores adaptaciones de las novelas Doctor Sueño y El Juego de Gerald de Stephen King, se encarga ahora de recrear la novela Revival del mismo autor, cuyo estreno está previsto para 2022.
Flanagan ha firmado para escribir el guión de la adaptación, con opción a dirigirla con la productora Warner. Revival se conoce como la gran novela de retorno al terror de King en la que se mezcla religión y el imaginario lovecraftiano.
En una entrevista para el podcast The Kingcast, Flanagan ha revelado las primeras pinceladas de lo que veremos en Revival. La historia de dos personajes: Jamie Morton y el reverendo Charles Jacob, obsesionado con aquellos experimentos relacionados con la electricidad.
En este sentido, Flanagan adelanta que la película será «sombría y cruel». También, ha confirmado que ya ha finalizado una primera versión del borrador del guión y ha comentado «lo que me gusta de todo esto es regresar al terror cósmico, que es muy divertido. Es muy oscuro y cínico y estoy disfrutando muchísimo de ello…».
Os dejamos la sinopsis de la novela para que podáis conocer mejor sobre la obra:
Octubre de 1962. En una pequeña localidad de Nueva Inglaterra la sombra de un hombre se cierne sobre un niño que juega ensimismado con sus soldaditos. Cuando Jamie Morton levanta la vista, ve una figura imponente. Se trata de Charles Jacobs, el nuevo pastor, con quien pronto establecerá un estrecho vínculo basado en su fascinación por los experimentos con electricidad.
Varias décadas más tarde, Jamie ha caído en las drogas y lleva una vida nómada tocando la guitarra para diferentes bandas por bares de todo el país. Entonces vuelve a cruzarse con Jacobs -dedicado ahora al espectáculo y a crear deslumbrantes «retratos de luz»-, y este encuentro tendrá importantes consecuencias para ambos. Su vínculo se convertirá en un pacto más allá incluso del ideado por el Diablo, y Jamie descubrirá que «renacer» puede tener más de un significado.
Esta inquietante novela, que se extiende a lo largo de cinco décadas, muestra uno de los más terroríficos finales que Stephen King haya escrito jamás. Es una obra de arte del maestro de contar historias de nuestro tiempo, en la tradición de Hawthorne, Melville o Poe.