V. E. Schwab es una de mis autoras favoritas desde hace mucho tiempo, por lo que no tuve que pensármelo dos veces cuando anunció que La vida invisible de Addie LaRue, novela en la que llevaba trabajando desde hace años, iba a salir a la venta en 2020.
Tras hacer un pacto con el diablo, Addie entrega su alma a cambio de la inmortalidad. Sin embargo, ningún trato faustiano está exento de consecuencias: el diablo le entregará la inmortalidad que tanto desea, pero le quitará algo que ella anhelará durante toda su existencia: la posibilidad de ser recordada.
Addie abandona su pequeño pueblo natal en la Francia del siglo xviii y comienza un viaje que la lleva por todo el mundo, mientras aprende a vivir una vida en la que nadie la recuerda y todo lo que posee acaba perdido o roto. Durante trescientos años, Addie LaRue no será más que la musa de numerosos artistas a lo largo de la historia, y tendrá que aprender a enamorarse de nuevo cada día, y a ser olvidada a la mañana siguiente.
Su único compañero en este viaje es su oscuro demonio de hipnóticos ojos verdes, quien la visita cada año en el día del aniversario de su trato. Completamente sola, a Addie no le queda más remedio que enfrentarse a él, comprenderlo y, tal vez, ganarle la partida.
Pero un día, en una librería de segunda mano de Manhattan, Addie conoce a alguien que pone su mundo del revés… Por primera vez, alguien la recuerda.
¿Será este el punto final de la vida de Addie LaRue? ¿O tan solo serán puntos suspensivos?
En su última publicación, Schwab nos presenta a una protagonista atormentada por un pacto que hizo con el diablo hace 300 años. A cambio de obtener su libertad y evitar caer en un matrimonio concertado, Addie le vendió su alma. Lo que no sabía en ese momento es que ser totalmente libre implica que cada persona que la conoce se olvida de ella en cuanto abandonan su presencia. Un día, sin embargo, conocerá a un chico que dirá las palabras que más desea escuchar: «Me acuerdo de ti».
Con solo leer su sinopsis, que recuerda mucho a historias como El retrato de Dorian Gray o Fausto, ya podemos entrever que es un obra distinta a lo que nos tiene acostumbrados la autora. Con toques de fantasía e histórica, Addie LaRue tira más hacia la novela contemporánea, mientras que otros trabajos de la autora como la trilogía Sombras de magia y la bilogía Una obsesión perversa tienen una gran dosis de fantasía y ciencia ficción, respectivamente.
La novela, que empieza in medias res, va alternando entre distintas líneas temporales. Por un lado tenemos a la Addie de 2014, tras 300 años de vida y que no sabe que está a punto de conocer a Henry, la única persona que no la olvida. Por otro lado, el toque histórico se muestra a través de flashbacks que nos enseñan lo que llevó a Addie a acceder al trato con el diablo y cómo ha ido adaptándose a su peculiar vida a lo largo de los siglos. En mi opinión, esa cronología no lineal ha sido una decisión acertada por parte de la autora y toda una sorpresa para mí, ya que pensaba que solo tendríamos uno o dos flashbacks al momento en el que vendió su alma. De esta manera, sin embargo, el desarrollo de la protagonista es mucho más profundo porque tenemos la oportunidad de comparar constantemente su evolución al comienzo de su vida y 300 años después. Descubriremos qué cosas ha aprendido y qué cosas todavía le cuesta asumir.
Quizá el único aspecto negativo de tantos flashbacks sea el hecho de que algunos son muy cortos y el lector casi no tiene tiempo para entrar en su ambientación.
De manera un poco contradictoria con lo que acabo de decir, me ha parecido una novela muy acogedora, a excepción esos flashbacks sueltos que pasan muy rápido. Me explico: la pluma de Schwab es muy rica en cuanto a la ambientación de las escenas por lo que, en cuanto otorga al lector el tiempo suficiente para adaptarse al nuevo escenario, la sensación es muy envolvente. Sin duda recomendaría esta historia para otoño-invierno.
Otro elemento que me ha sorprendido gratamente ha sido la presencia de un segundo punto de vista. Si bien me hubiera gustado que este personaje hubiera tenido unos cuantos capítulos más desde su perspectiva para conocerle mejor, ver a Addie desde otros ojos ha sido muy refrescante. No entraré en más detalles sobre este personaje para evitar spoilers, pero me ha dejado con ganas de más.
Por otra parte, uno de los problemas que me suelo encontrar en las historias de Schwab es que no me parece que sus villanos estén bien desarrollados, especialmente en Sombras de magia y en Una canción salvaje. Suelen ser villanos que son malos porque sí, como si fueran una caricatura. Sin embargo, con Addie LaRue ha conseguido evitarlo. Sí, de alguna manera en este caso el malo es malo porque sí. Es malo porque es su naturaleza como diablo o dios de la oscuridad. Pero también tenemos la oportunidad de ver cómo su perspectiva va evolucionando a lo largo de los siglos sin perder su esencia.
El principal motivo por el que no le doy la puntuación máxima es la falta de acción. Al principio de la novela no me supuso un problema ya que es una lectura tranquila y atmosférica que te da tiempo para conocer las diferentes facetas de sus personajes. Sin embargo, a partir de la segunda mitad esa falta de acción comienza a notarse. En ningún momento se vuelve una lectura pesada, pero sí que ha hecho que me costara un poco más avanzar al mismo ritmo que al principio.
El final de la novela, por otro lado, compensa esa falta de acción con creces. No entraré en detalles, por supuesto, pero es un final como nunca había leído antes y que muestra muy claramente que La vida invisible de Addie LaRue es una historia muy especial para la autora y a la que le ha dedicado muchos años.
Para concluir, no me queda más que recomendaros esta maravillosa novela. Es difícil de explicar, pero es una obra muy distinta a lo que Schwab nos tiene acostumbrados, pero aun así la escritora que conocemos está muy presente. Si todavía no habéis leído a la autora y no sabéis por dónde empezar, os diré que en ocasiones me recordaba a Un mar sin estrellas, de Erin Morgenstern, por lo que si os gustó esa historia estaréis encantados de conocer a Addie.
Podéis leer La vida invisible de Addie LaRue, que tiene 500 páginas, gracias a Umbriel Editores, sello de Ediciones Urano. Además, hace poco descubrimos que la novela se encuentra en proceso de ser adaptada a la gran pantalla, con la propia autora como guionista.
